Los restaurantes se entregaron en obra gruesa, los que posteriormente fueron habilitados por reconocidas cadenas de comida rápida. En plena Avenida Libertad, en el corazón de Viña del Mar, se propusieron 2 locales comerciales, de 110 m2 cada uno y ambos de 2 pisos con terrazas hacia el frente con Libertad. En ellos amplias vitrinas se exponen hacia los transeúntes, recogiendo el asoleamiento y el movimiento que se genera en esta concurrida avenida.